Filadelfia, Pennsylvania.
Famosa ciudad, jamás en mi vida creí estar ahi.
Ese día si fuimos temprano, más o menos estabamos a una hora, la carretera estaba chida.
De paso conocimos el estadio de beisbol, el de futbol americano y el auditorio de eventos más importante de la ciudad, en el horizonte se alcanzaban a ver los edificios de esta ciudad.
El cuadro es similar en todas las ciudades gringas, vienes por una interestatal y ves los grandes edificios de la ciudad al acercarte.
De inmediato llegamos al centro, éste si tenia algo de histórico. Es la tierra de la independencia de Estados Unidos, en una parte se levantan modernos edificios y en otra aquellos con gran historia, hay varias estatuas, carretas y museos.
El auto se quedó en un estacionamiento de edificio, luego entramos a un centro comercial y luego estabamos en una plaza, era como la explanada principal. Ahí estaba el museo donde esta la campana de la independencia o algo asi.
Este dia fue de los primeros en los que caminamos mucho. Después de dar una vuelta, seguimos por la avenida principal.
Ahí vi otra cosa que se repite en todas las ciudades de por aya. Los foros de televisión, en lugar de escenografía en la parte trasera, tienen grandes ventanales que dan hacia la calle. Los noticieros transmiten ahi y reflejan la rutina de la ciudad en vivo. Afuera siempre hay un anuncio de leds que va avanzando y describe las noticias.
Llegamos a otra parte donde habia un especie de iglesias pero eran otras cosas y luego hasta donde hay un letrero que dice LOVE. Ahi es lo más famoso, hay tazas, playeras y posters con esa figura, yo no sabia ni que existia. Habia fuentes y una gran avenida con muchas banderas. Un edificio era el más alto de todos.



Un grupo de chicos patinaba en una de las plazas, pero en cuanto vieron a la policia, salieron todos hacia distintas direcciones, el sonido de las patinetas a gran velocidad todas al mismo tiempo era muy fuerte.
Permanecimos unos segundos ahi y luego de regreso.
Pasamos por cierto a una plaza grandisima que corre por debajo de varios edificios de la avenida principal.
Moriamos por llegar al coche y no movernos más. Ya era de noche cuando logramos sentarnos e irnos.
De regreso a Wilmington. Fue todo ese dia, 26 de diciembre de 2008.
Para el 27 de diciembre, aguardaba lo mejor, quizá el mejor día de mi vida.

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